Violeta A.

Recibir a nuestro bebé reborn fue una experiencia mágica. Cada detalle superó nuestras expectativas: la textura de su piel, sus expresiones, su realismo. Es tan perfecto que parece que respirara. Mi hija no podía dejar de mirarlo, lo quiso en brazos desde el primer momento. Se nota el amor y la dedicación en cada centímetro. Gracias por regalarnos tanta emoción.